jueves, 26 de abril de 2012

Mohren, como se fabrica una gran cerveza

Mohrenbrau, piel de moreno, es una fábrica de cervezas de más de un siglo de tradición, aunque parezca una alución racial este nombre, más aun considerando que esta fábrica esta en un país austriaco, hay que tomar en cuenta que el nombre de la cerveza viene del apellido del dueño, un señor llamado Mohrenbrau. Esta cerveza es producida en Dornbirn, una ciudad austriaca pequeña, pero que tiene gente de gran corazón.
Por el amor que tenemos por las cervezas, un amigo nos regalo una visita turística a esta cervecería, donde me sentí en el cielo.
Aquí se fabrícan cercezas desde 2,3 grados, las más ligeras, hasta 7,6 grados, las más fuertes, elaboradas unicamente para Navidad y Semana Santa.
Y aunque esta fábrica no es un mounstruo industrial como Heineken o Miller, yo la encuentro mucho mejor que estas, y más aun cuando recorres a través de sus instalaciones y sientes el aroma de la cerveza en etapa de elaboración.
Ese día, la visita empezaría a las 18:00 y para que mi organismo este preparado, hice un día de ayuno cervecero, para poder asimilar toda la que pongan a mi disposición, la que fue bastante desde luego, desde la Raddler, es decir ligera y elaborada para ciclistas, hasta la Seller, cerveza sin pasteurizar ni filtrar, en la que aún puedes sentir el sedimento de la malta.
Aquí me enteré que las cervezas de poco contenido alcoholico no son la mitad de cerveza y el resto de agua como pensaba, sino que son elaboradas con granos con menor cantidad de azucares qeu al final se transforman en menor cantidad de alcohol.




















Zum wohl, salud, en el dialecto de alemán que se habla en esta región, dialecto que solamente se habla, pues todo se escribe en el idioma germano

miércoles, 11 de abril de 2012

Varsovia, una tranquila capital

Cuando los recuerdos se esconden en la memoría, no hay como una fotografía para sacar a flote sensaciones que en su momento nos llenaron de algún sentimiento nuestras almas. Tener a Varsovia en imágenes es regresar continuamente al primer día, aquel en el que miré el casco viejo y dije, puta madre, estoy en una postal, porque estas casitas todas alineadas y coloridas eran dignas de esos rompecabezas de más de 2500 piezas que siempre me gustó armar, eran imágenes de una Europa que siempre se me hacía tan lejana. Cielos con azules limpios, casas con colores vivos, y dentro de todo ese despliegue de color, gente extrañamente pálida.
La capital de Polonia, aunque fue totalmente destruida en la segunda guerra mundial, se supo levantar y continuar siendo bella, al menos en las partes reconstruidas a imagen de la anterior, o en las partes que nunca fueron destruídas. El comunismo también aportó con su parte dando magestuosas obras de gran belleza en los edificios que fueron visualizados para la utilización gubernamental, a diferencia de los planeados para el pueblo obrero, unos  rectángulos gigantes, con ventanas pequeñas para ahorrar calefacción, con un acabado plano para hacerlos más rápido, con un sentido que más allá que minimalista es monótono.
Pero todo ello da riqueza y contraste a una ciudad llena de parques y que pese a ser capital no tiene el ritmo de vértigo y vorágine que suele acompañar a las sedes gubernamentales mundiales. Al llegar uno en invierno uno puede temer morir aquí, no solo por el frío, que con un poco de ropa se arregla, sino por la cara de la gente, una amargura que se filtra por sus bufandas y se siente en su todo tosco, sin embargo este lapsus es conjurado maravillosamente por la primavera, pues los rostros, colores y ánimo se vuelven más livianos y afables.
Stary Miasto, ciudad vieja, esta era la parte amurallada de la ciudad en tiempos antiguos, el castillo rojo era el paracio del los reyes polacos y ahora es un museo donde se pueden apreciar obras de artistas como Rembrant.
Camino a la Nowy Swiat, nuevo mundo, nombre de una de las calles más visitadas por los polacos pues esta plagada de bares y restaurantes.
Muralla de protección de la ciudad vieja.

jueves, 5 de abril de 2012

prefacio

Los viajes ademas de abrirte horizontes físicos te amplian las fronteras mentales, claro, a veces refuerzas estereotipos, pero casi siempre tienes una visión más ecléctica del mundo, y por ello más rica, sin avandonar tus principios de honestidad, inocencia y curiosidad, cada recorrido es un cúmulo de nuevas experiencias que te enriquecen.

Siempre tuve presente eso cuando viajaba por el Ecuador, pero cuando mi país me dio a luz al mundo, esto se hizo más notorio aun. Las fronteras usuales como el desconocimiento de las personas del lugar, de sus costumbres, se hicieron fronteras aún mas grandes al sumarles nuevas paredes como el lenguaje, y la cognotación pragmática, pues aquel gesto que en mi patria podía ser cortesía, en otras tierras puede ser impertinencia.

Con este pequeño preaumbulo intentaré un ensayo acerca de mis viajes, no es una investigación científica, no es un reportaje periodístico en las que el cúmulo de fuentes de dan cierto asomo de veracidad, no. Son relatos de una persona que no tiene ninguna rigurosidad en su vida salvo la que dan las circunstancias, y a veces ni ello. Memorias de un desmemoriado se realiza cuando las cosas vividas rebotan en la cabeza en el momento adecuado y coincidente en que la voluntad quiere escribir algo y la pereza se ausenta momentaneamente. Son los recuerdos que aún quedan tras el pincel del olvido y el chuchaqui del tiempo.


Arcoiris cubriendo al London Eye en Londres, coincidentemente estas dos bellezas, una natural y otra artificial forman un sensual ojo que te invita a que te adentres en esta antigua ciudad.

Atardecer el Londres, el Thames, el parlamento británico, la torre del reloj, un ave







fiesta romana



Noche del 25 de febrero y madrugada del 26 del 2012

Fiesta Romana en Roma of course

Lo bueno de no estar en sitios convenscionales, es que no pasan cosas normales, las exigencias logísticas educacionales y el apretado presupuesto me llevaron a un lugar de camping, a doscientos metros de la universidad pero a una hora y algo más del centro de Roma, al último dia, uno antes de los exámenes, los estudios calentaron mi cabeza hasta las diez, hora en que se terminaba la happy hour en la discoteca del hostal.
-Conciencia y Lógica- Paco no salgas, continúa estudiando y luego descansa para que te vaya bien en las pruebas, que para colmo son supletorias, recuerda.
-Kuko Pakeins- Igual ya es tarde y te atrazaste a la "hora feliz" asi que solo mira el ambiente, tomate una cerveza y ya por eso no se termina el mundo.
Porque mi diablo interior siempre tiene más lógica y conciencia que mi conciencia y mi lógica nose, pero afortunadamente a veces si le hago caso.
En un país donde la puntualidad la exactitud y lo cuadrado es regla de seguro no llegaba, ya eran las diez con quince minutos, así que hubiese regresado o a lo mucho tomado una cerveza, pero no, en Italia, la puntualidad no es una virtud, así que con los cinco euros pude acceder a la botella de vino presente para la hora loca, mi cámara al cuello,me introduje en una fiesta romana. Como ferviente descendiente de Baco, la ambrosía extraída de las uvas alegraba mi espíritu, mientras cientos de sábanas blancas nos envolvían para remontarnos al mundo donde roma no estaba cerca de la banca rota, sino que era el Mayor imperio del mundo conocido.












YO, Francisco Adolfo Granja Jácome, dicen que tengo el nombre de un santo y el de un demonio, por eso conviven en mi las dos naturalezas